Imagen diseño exclusivo para "Los zapatos celestes" by DamasArt©
Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros, cuando menos en los conjuros. Nibia era la única y no estaba dispuesta a abandonar su máximo deseo. —No quiero perlas ni corales, tan solo deseo amor y unos zapatos de tacón— Cantaba en sus baños matinales. Y en las noches de luna llena, rodeada de blancos nenúfares, se consagraba a místicos rituales. Hasta que una mañana, el joven de los periódicos la encontró en la calle, desnuda, tan solo calzaba unos zapatos celestes. El muchacho la abrigó y la llevó en bicicleta. Ella sonreía, era feliz por fin… Había desaparecido su cola de pez.
1 comentario:
Muchísimas gracias por tu dedicatoria, es un bello relato.
Zapatitos.
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