domingo, 14 de noviembre de 2010

Desapego

PUNTA... y me siento delante de un computador. No tengo muy claro que voy a escribir pero se me amontonan las palabras en la yema de los dedos, ganándole de mano a la pulseada de pensar... PUNTA... que no es mi Punta del Este, la veo llena de gente absurda jugando a vivir. VIVIR... una palabra que a muchos les asusta, dejando escapar –sin saber- la posibilidad de la magia… sentir... observar... oler... acariciar… amar.
“Tenemos mucha piel”…
-afirmaste- y me pregunto que habrás querido decir realmente.  Me anticipo… -ahora lees; y en voz alta, debes estar respondiendo a prisa: "eso, que tenemos piel". Decías algo más. Es poco el tiempo pero aprendí a "leerte", por eso me decís: "bruja".
Observo a las personas que me importan con detenimiento, con mimo y sé que una tarde cualquiera, una más de Chat con sal y pimienta, te sorprendiste… Te encantó saber que detrás de la mística soñadora, hay una mujer madura con los pies bien puestos sobre la tierra y que tenemos en común más cosas de las que suponías...
Encarcelado en tu propio candor  va quedando atrás, el dolor que tus ojos aún destellan. "A levantarse, dijo la rana..."
Sé también del amor con que preparaste esa cena, me lo confió al oído el pan fresco del día. Aprendí de un magnánimo –mi padre- a observar los detalles... Por eso, sé también lo que te cuesta aún abrir el pecho y entregarte. No podés permitirte el dolor, el desencanto. Ese que vi en tus ojos reflejados en el espejo cuando dijiste: ¡TE ESTAS DESPIDIENDO! ¿Y yo soy la bruja? No sé si era una despedida, sólo sé que si no me alejo ahora, el desapego del que te hablé cuando me lo propongo, sería imposible. Se complicarían las cosas. Igual vos ya lo sabés, aunque cómo yo, creas que ahora había llegado el momento de querernos y cuidarnos...
Volveré pronto a Baires, no me hallo en estos días aquí. La preocupación de este loco "mundo veraniego” por adoquinarse la vida para caminar luego por la calle que han construido, me lleva a huir. Ahora lo miro de lejos, claro, yo estoy en otra, con una sensación de despedida, la vista puesta en la aventura que me provoca a los cuarenta y uno... Y con el sabor en la boca de unos besos que han podido dejarme sin aliento. Metida ahora en un cyber pequeño, con gente haciendo cola para comunicarse con el mundo... Y veo la calle que antes transitaba de la mano de quién creía era el amor de mi vida y me doy cuenta de TODO y de NADA... Veo las cosas de lejos "desde otro ángulo" decía mi terapeuta "como si ya no fueras la protagonista, cómo cuándo es fácil opinar sobre la vida de otros" ¡Que bueno! ¡ESO! Cómo si fuera la vida de otra, de otra… la que pasa por la vereda... que liviano... ¡Y CUANTO ME PROVOCA IR A BUSCARTE!
No me hagas caso, es el segundo día de regla y lleva el lastre catársico del maquiavélico “síndrome premenstrual”. Por ahora me desapego, no me despido, estoy a tan sólo a cuarenta y cinco días de mi partida y me pongo tontuela.

Una cosa:
Si me doy cuenta que sos el amor capaz de hacer feliz a esta a esta nómada-camaleónica, no sólo vendré a buscarte desde dónde sea, sino que también, te amaré hasta los huesos.

 
Diciembre 2004 de "Cartas dormidas" (Inédito)

2 comentarios:

Pedro Arturo dijo...

No es suficiente con decir "hermosa"...pero es que no es suficiente tampoco con otras palabras. Por ahora, sólo digo, me encantó. Abrazos.

Danik Lammá dijo...

No es suficiente con decir "gracias". Por ahora solo digo, te quiero.
Abrazos

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