Imagen diseño exclusivo para "Delicatessen" by DamasArt©
— ¡La carne rebozada fría no vale nada! ¡Sabes que detesto la comida recalentada! —gruñó el ingrato— lanzando el plato contra la caseta de nuestros magníficos rottweilers.
Comencé por afilar el cuchillo y acabé la noche cortando filetes. Batí huevos, piqué ajo, perejil y agregué todos los demás ingredientes al pan rallado -tal y cómo- me lo enseñara mi abuela. Rebocé y freí. No dormí, tomé un baño y bebí mucho café para poder salir a vender.
Hice un buen dinerillo con las “Milanesas a la Bitiful”. Se corrió la voz… ¡Hasta Arguiñano me llamó para pedirme la receta!
Su cuerpo era más tierno de lo que pensaba.
Su cuerpo era más tierno de lo que pensaba.
(Basado en un sueño real)
Escucha Delicatessen en la voz de Amelia Prieto:
4 comentarios:
Oh, Danik, un platillo...cuyos antecedentes se remontan a Medea y más antiguo. Las dulces y tiernas venganzas femeninas...con mucho "amor" eso sí. Jeje. Por eso es mejor no hacerse el difícil cuando de ir a la mesa (y a otros espacios) se trata.
Qué bien afilados tienes ya tus cuchillos, amiga. Abrazo.
jaja Sí si, lo más increíble de este relato es que está basado en un sueño que tuve (Hace como veinte años-obviamente no lo olvide jeje) Pero el susodicho era el marido de otra persona que se estaba pasando de rosca... Y la idea (en el sueño) fue mía jajajaja
esa es mi chica sudaca... sin darle mucha vuelta al tema, directamente a la acción... huele rico, jajajajaja
jajajaja Claroo Ro. Gracias reina.
Publicar un comentario